Esta temporada Los Pollos perdieron un poco de la inercia ganadora que traían en temporadas pasadas y aunque las lesiones los han respetado, de manera razonable para los estándares de la NFL, no han podido encontrar un ritmo que les permita dominar a sus rivales.
Los Pollos estuvieron muy activos durante el descanso moviendo el mercado a diestra y siniestra, aunque no siempre le fue bien con ellos. Aunque objetivamente , muchas de sus adiciones fueron enfocadas al draft de novatos, por lo que esos huevos deberán eclosionar en su debido tiempo.
Algunos de los jugadores importantes que dejaron la organización fueron Tee Higgins, Khalil Shakir, Rhamondre Stevenson y Tucker Kraft. De los que llegaron el único que se podría decir que está haciendo diferencia es Brock Bowers, que ha emergido como novato como el TE1, y ya es segundo en cuanto a recepciones de toda la NFL.
Esta renovación ha tenido impacto directo en la producción de puntos del equipo, de acuerdo al promedio de puntos por partido en las primeras siete semanas de competencia, su producción se redujo un 7% con respecto del año anterior. Y si a eso le sumamos el aumento en el promedio de puntos en contra, ya se puede ir explicando que, al momento, tengan un récord negativo con cuatro derrotas.
Los Pollos han bajado también en su expectativa de puntos máximos en un 9&, aunado a una reducción en su efectividad del 4%.
La misión de los Pollos es recuperar el buen rendimiento de ciertos jugadores, como el caso de Najee Harris que parece recuperar el nivel con la titularidad de Russell Wilson, o el caso de Waddle que recupera a Tua. Por otro lado, ya no podrán contar con Aiyuk y los días de Mason como corredor estrella parece que van a terminar con el inminente regreso de McCaffrey.
Todos esos elementos apuntan a un cierre de temporada interesante para los Pollos, que todavía tienen el paso a los playoffs al alcance de su mano.
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