Resumen de la semana 9
- fantasytvc

- 4 nov
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La Masacre del Domingo: Zorritos Jr Desata el Infierno
Zorritos Jr (195.49) no solo ganó esta semana, demolió a Espejitos FFT en lo que solo puede describirse como una exhibición de poderío ofensivo. Pero aquí viene lo verdaderamente escalofriante: dejó 39 puntos en la banca. Si hubiera alineado correctamente, estaríamos hablando de 234.73 puntos. Eso no es un equipo fantasy, es una constelación nuclear.
Espejitos FFT (149.35) debe estar mirando al cielo preguntándose qué hizo para merecer este castigo divino. Cualquier otra semana, con esos números, hubiera salido airoso. Pero no contra el huracán categoría 5 que desató su rival.
Los Zorritos recuperan el paso ganador y no han tenido piedad contra unos Espejitos que no levantan cabeza.
El regreso de Puka, después de tres semanas fuera, le sentó perfecto a los Zorritos y los impulsó a esta victoria aplastante. Con Puka en su alineación solamente han perdido un partido y es, definitivamente, el amuleto de este equipo.

El Crimen Perfecto de Tumbapatos FC
Y hablando de desperdiciar talento... Tumbapatos FC, tomen asiento.
Perdieron 127.96-135.28 contra The Bulleggs en un partido que nunca debieron perder. ¿Por qué? Porque su roster tenía potencial para 175.19 puntos - suficiente para el sexto lugar semanal. Pero terminaron novenos.
Eso es un 73% de efectividad. En otras palabras, dejaron casi 50 puntos pudriéndose en la banca mientras veían cómo se les escapaba la victoria por apenas 7.32 puntos. The Bulleggs debe estar brindando con una Viña Real de fresa, como inocente damita, porque se robaron una victoria que no les correspondía por mérito propio, sino por la incompetencia ajena.
Los Tumbapatos parece que por fin atinaron a un trade, pues desde que llegó a Macuspana, Loveland cambió totalmente y se convirtió en una máquina de hacer puntos. Esto permitió a Tumbapatos llegar al lunes con posibilidades reales de triunfar, pero otra vez el QB elegido fue el incorrecto, y Dak salió vapuleado por la defensa de Arizona que en prime time decidió ponerse seria.
Los Tumbapatos cuentan con dos de los QB líderes del fantasy, pero parece que el que se queda sentado es el que da los puntos, y esta semana tocó a Michael Penix aportar 24 puntos en el banco de suplentes.
Al final, los Bulleggs y Tumbapatos dieron un poco de emoción a una semana, donde las diferencias entre equipos cada vez son más notables.
La Máquina Bien Aceitada: Delfines de Tabasco
Mientras otros equipos juegan a la ruleta rusa con sus alineaciones, Delfines de Tabasco está dando una cátedra de gestión. 91.11% de efectividad. Más que delfín parece jaguarín: cero desperdicio.
160.88 puntos contra Iron Chef Dynasty (100.01) no es solo una victoria - es una declaración de principios. "Nosotros no dejamos puntos en la mesa". Esa diferencia de 60.87 puntos es la segunda más amplia de la semana, y lo hicieron sin desperdiciar su roster. Eso, señoras y señores, es profesionalismo.
El equipo de Iron Chef va en caída libre, entre lesiones y malas decisiones. Como la adquisición de Michael Carter que apenas llegó al equipo y fue despedido de Arizona. Lo que comenzó como una historia de superación terminó como un drama de telenovela turca.
Los Pollos Hermanos: La Amenaza Silenciosa
180.33 puntos. Segunda mejor anotación de la semana. 86.36% de efectividad. Posición 2 real vs posición 2 potencial.
Los Pollos Hermanos están volando bajo el radar mientras acumulan un diferencial de +31.98 puntos. No hacen ruido, no dejan drama, simplemente ganan. Destrozaron a Los Médulas (148.35) con una actuación que grita "contendiente serio". Y lo más aterrador: todavía tienen margen de mejora en sus alineaciones.
El regreso de Bowers fue triunfal y sirvió para marcar la separación definitiva entre estos dos equipos. Con Bowers los Pollos son otros, determinantes y poderosos.
Por el lado de Los Médulas, la cosa no pinta mejor, pues esta semana perdieron a Tucker Kraft para toda la temporada. Lamentable lesión para la más reciente adquisición.
La prgunta es si ¿podrán mantener en puestos de liguilla aun después de las malas noticias?
Garrobos de Hierro: El Verdugo Despiadado
Esta semana los Garrobos se la dejaron ir sin salivita siquiera, con una diferencia de más de 70 puntos.
Los Garrobos no fueron efectivos. Pero con 75.57% de efectividad, fue más que suficiente para la masacre.
La carnicería que se ha desplegado ante nuestros ojos evoca, inevitablemente, el descenso al abismo de Gaspar Noé. Si en Irreversible el horror era un plano estático, un calvario voyeurista en un túnel de perdición, aquí la cámara danza. Es un ballet grotesco, una coreografía de la desmembración que comparte la misma vocación de repugnancia. El emparrillado se convierte en un lienzo salpicado con la misma paleta de desesperación que Noé usó para el ultraje de Bellucci; es la misma sensación de estar presenciando algo que fractura los límites de lo representable."
Seahawkmanía: Victoria Amarga
Este partido fue más allá del fantasy. Fue un ajuste de cuentas en el corazón del barrio bravo.
Aquí no había favoritos, solo supervivientes. Dos managers forjados en el desprecio del draft, armados con los descartes de la liga, esos jugadores que nadie mira, dos equipos armados con mucho corazón, poco futuro, y un hambre atroz.
La semana no fue una contienda; fue una guerra de callejones. Cada punto anotado no era una yarda ganada, era una bala silbando.
Vimos la desesperación del waiver wire y el intento de armarse a última hora, sabiendo que el arsenal era pobre.
La pelea fue desgarradora, una coreografía caótica de intercepciones y fumbles que parecían filmados con cámara en mano, con el obturador abierto. No buscábamos la belleza del touchdown; buscábamos el turnover sucio, el punto robado en el garbage time.
Cuando el marcador se cerró, no hubo confeti. No hubo análisis de expertos. Solo silencio.
El ganador no sonrió. No podía. Estaba exhausto, mirando la pantalla con los ojos inyectados en sangre. No levantó un trofeo; apenas pudo cerrar el puño cubierto de lodo, sudor, sangre y mierda.
El Veredicto Final
Y así, el telón desciende. Los Garrobos, fieles a su estirpe de titanes, retienen la corona. Que nadie se equivoque: el trono es suyo, y la jungla entera aún reverencia su poder. No hubo un rival que pudiera mirarlos a los ojos y sostener la mirada.
Pero...
El coloso trastabilló. Vimos el parpadeo.
Lo que presenciamos en esa última jornada no fue una simple flaqueza; fue una revelación cinematográfica. Fue el momento exacto, en lo más profundo de la sofocante selva, en que el "Depredador" recibió un impacto que no esperaba.
Durante meses, Los Garrobos fueron esa entidad de otro mundo. Invisibles, implacables, armados con una tecnología (léase, una alineación) que desafiaba nuestra comprensión mortal. Los veíamos masacrar a nuestros mejores hombres, uno por uno, con esa precisión térmica, y creíamos que eran invencibles.
Y sin embargo, recientemente le hemos visto sangrar. Vimos la sangre fosforescente. Vimos la armadura agrietarse.
Nos llega el recuerdo de la figura de Arnold, cubierto de lodo y desesperación, nos enseñó la lección que cambiará esta liga para siempre: si sangra, podemos matarlo.
Esa debilidad que mostraron, ese titubeo que antes no existía, no es una anécdota. Es el guion de la próxima temporada. Es el grito de guerra para los que fuimos cazados.
La era del terror perfecto ha terminado. El campeón ha demostrado ser mortal. Ahora sabemos que no se le vence con fuerza bruta, sino con astucia; no con el mejor draft, sino con la trampa de estacas afiladas en el momento justo.
Que Los Garrobos celebren su victoria, sí. Pero que lo hagan sabiendo que el resto de nosotros ya no estamos huyendo.
Estamos en el barro. Estamos preparando la hoguera. Estamos esperando.
Nos vemos en la Semana 10. Que los algoritmos estén a su favor.






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