Semana 15: Ronda de Comodines - Cuando el Pasado Se Encuentra con el Presente
- fantasytvc

- 17 dic
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Playoffs de la Liga Fantasy TVC Deportes - Temporada 2025
Después de 14 semanas de intensidad, transacciones de FAAB que vaciaron presupuestos y decisiones Dynasty que definirán plantillas por años, llegó el momento de la verdad. La postemporada abrió sus puertas con la ronda de comodines, ese purgatorio donde los equipos tercero y cuarto de cada división enfrentan a quienes salvaron el pellejo por puntos totales. Aquí no hay segundas oportunidades, no hay waiver del lunes por la mañana que rescate un mal domingo. Es ganar o empacar las maletas.
Y vaya que esta primera ronda nos regaló narrativas dignas de una liga con nueve temporadas de historia.
El Beduino Recupera Su Camino: Espejitos 158.84 vs Médulas 122.60
Más vale llegar a tiempo que ser invitado, reza el dicho. Y los Espejitos de la Calle Madero lo demostraron con creces. Después de un inicio tortuoso que hacía temer lo peor, el beduino comerciante encontró su brújula, aseguró el liderato de la División Luis Castillo y llegó a playoffs con la inercia correcta. El tercer sembrado enfrentaba a unos Médulas que se colaron de milagro, perdiendo en la última semana pero beneficiándose de los resultados ajenos.
El partido no fue parejo. Los Espejitos salieron a demostrar por qué fueron campeones divisionales y ejecutaron con frialdad calculada. Josh Jacobs y Nico Collins hicieron su trabajo, pero fue Dallas Goedert quien se robó el show. De la mano de Jalen Hurts, el tight end de Philadelphia aportó los puntos cruciales que abrieron la brecha definitiva. La fórmula del beduino funcionó: "una apuesta, un albur" pagó dividendos cuando más importaba.
No todo fue perfecto para el escuadrón gallego. Kenneth Walker III y Kyle Monangai decepcionaron terriblemente, rozando lo patético en sus números. Pero en playoffs, no se trata de dominar todas las posiciones, sino de tener suficientes armas disparando cuando el rival titubea.
Y titubear es precisamente lo que hicieron los Médulas. A pesar de la exhibición de Amon-Ra St. Brown, quien destrozó a la secundaria rival con dos touchdowns y 164 yardas, el resto del plantel simplemente no apareció. Solo Wan'Dale Robinson y Brock Bowers superaron los dos dígitos. Los calacas quedaron ciegos ante la luz de los reflectores de playoffs, una ironía cruel para un equipo que en 2021 supo levantar el trofeo.
El veredicto: Los Espejitos avanzan y, por diseño del bracket, evitan el enfrentamiento temprano contra los todopoderosos Garrobos. Su premio: enfrentar a los Bulleggs de Monterrey, el otro líder divisional. El camino no será fácil, pero al menos no tendrán que vérselas con la dinastía más dominante de la liga... todavía.
La Comadreja Sale de Su Letargo: Zorritos 188.36 vs Pollos Hermanos 127.58
Si hay una historia de redención en esta temporada 2025, es la de los Zorritos. Con un récord histórico de 38-56 (40% de victorias) que habla de años deambulando por los sótanos de la liga, el zorro tabasqueño finalmente despertó de su falsa muerte. Esa característica defensiva de hacerse el muerto para sobrevivir dejó de ser una metáfora y se convirtió en táctica de reconstrucción Dynasty. Y ahora, después de temporadas interminables en la calle de la amargura, clasificaron como cuarto sembrado.
Su premio por resurgir del inframundo: enfrentar al quinto clasificado, los Pollos Hermanos de Querétaro. Y qué rival les tocó. El gallinero llegó armado hasta los dientes con prácticamente toda la ofensiva de los Buffalo Bills, un equipo NFL que cerró la temporada con hambre de Super Bowl tras la eliminación prematura de Kansas City. Josh Allen venía de una actuación estelar la semana anterior, y aunque inició el domingo de manera dubitativa contra New England, terminó lanzando tres touchdowns. Junto con James Cook, Dalton Kincaid y el pateador de Detroit, los Pollos acumularon más de 60 puntos solo con cuatro jugadores.
Lamentablemente para el queretano, el fantasy es un juego de once titulares, no de cuatro estrellas. El resto de su alineación se derrumbó estrepitosamente. Cuando solo tu kicker alcanza doble dígito además de tus tres Bills, sabes que algo salió terriblemente mal.
Pero incluso con una actuación promedio de sus rivales, los Zorritos habrían ganado. No se conformaron con su promedio de 160 puntos por partido de la temporada regular. No señor. Decidieron elevar la vara hasta 188 puntos en una exhibición ofensiva de manual. El dueto Matthew Stafford-Puka Nacua funcionó con precisión quirúrgica, Bijan Robinson hizo su parte en el backfield, pero fue Trey McBride quien se convirtió en el héroe silencioso: destrozó a la defensa de Houston y entregó números de élite justo cuando más se necesitaban.
La pregunta del millón: ¿Pueden los Zorritos mantener este nivel contra los Garrobos?
La Sombra del Garrobo Se Aproxima
Aquí está el detalle que mantiene a los Zorritos entre la esperanza y el terror: ya derrotaron a los Garrobos de Hierro dos veces en la temporada regular. Dos victorias contra el tricampeón actual, contra la dinastía que presume récord de 80-14 (85% de victorias) y cinco títulos en nueve temporadas. En papel, deberían tener confianza.
Pero esto es playoffs. Y el garrobo ancestral de Tabasco que domina sin piedad, llega a semifinales con un promedio de más de 180 puntos por partido y, aparentemente, con el roster completo y saludable. Los Zorritos necesitarán repetir su actuación de 188 puntos o mejor. Cualquier cosa por debajo de eso y el sueño terminará aplastado bajo las garras del reptil dominante.
La otra semifinal no es menos intrigante. Los Espejitos enfrentarán a los Bulleggs, y aunque el beduino llegue con momentum, los Panthers locales de Monterrey han demostrado que sus estrategias locas funcionan cuando importa.
El Formato Dynasty en Su Máxima Expresión
Esta ronda de comodines ejemplifica perfectamente por qué el formato Dynasty es superior al redraft tradicional. Los Zorritos no llegaron aquí por suerte de un draft afortunado en agosto. Llegaron por años de reconstrucción paciente, por decisiones difíciles de tradear veteranos por picks, por apostar en el waiver diario usando su presupuesto FAAB estratégicamente. Cada transacción desde 2017 los trajo hasta este momento.
Los Espejitos tampoco construyeron su roster en una tarde. Ese núcleo de Jacobs, Collins y Goedert es producto de años de negociaciones, ese "una apuesta, un albur" que define su filosofía. En Dynasty, no se trata solo de ganar este año, sino de balancear el presente con el futuro. Y ambos equipos encontraron ese equilibrio difícil.
Mientras tanto, los Médulas y los Pollos Hermanos regresan a casa con la amarga tarea de evaluar qué salió mal y cómo reconstruir para 2026. En una liga de 12 equipos donde solo seis clasifican, llegar a playoffs ya es un logro. Pero una vez ahí, las medias tintas no existen.
Mirando Hacia las Semifinales
Quedan cuatro equipos: Garrobos, Zorritos, Espejitos y Bulleggs. Dos encuentros que definirán quién va por el título de la novena temporada de esta liga mítica.
Los Garrobos buscan su cuarto campeonato consecutivo, algo prácticamente inédito en ligas competitivas. Los Zorritos quieren demostrar que su resurrección no es casualidad sino el inicio de una nueva era. Los Espejitos apuestan a que su inercia tardía sea suficiente para destronar al rey. Y los Bulleggs confían en que sus tácticas heterodoxas puedan sorprender una vez más.
En dos semanas sabremos quién llega a la final. Hasta entonces, los equipos eliminados observan desde la distancia mientras lidian con sus propios demonios en el Toilet Bowl, ese torneo inverso donde perder es ganar y donde el peor castigo espera al "campeón".
Pero esa es otra historia. Por ahora, disfrutemos de estas semifinales que prometen ser memorables. Porque después de nueve años, esta liga sigue demostrando que en Dynasty, cada decisión cuenta, cada semana importa, y cada playoff está lleno de narrativas que solo el tiempo puede construir.

Los partidos de semifinales se disputan la próxima semana. Garrobos vs Zorritos. Espejitos vs Bulleggs. Cuatro entran, dos avanzan. El tricampeón busca la inmortalidad. Los retadores buscan gloria. Que comience el espectáculo.






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