Los Bulleggs son fundadores de la liga y llega a esta octava temporada buscando ser más que un participante.
Viejos los cerros
Los Bulleggs han apostado últimamente por talento probado pero la veteranía les puede pasar factura cuando entren al declive natural de todo atleta. Con un promedio de 26.8 años, su roster es el tercero más veterano de la liga, por lo que una renovación se antoja indispensable para cambiarle la cara a este equipo.
Los Bulleggs apostaron fuerte por el explosivo Devon Achane aunque tuvieron que entregar a cambio a Amon-Ra St. Brown, pero este explosivo corredor es muy joven y con un futuro brillante.
Los Bulleggs tienen un backfield envidiable si esto fuera 2018, con cuatro corredores que han tenido carreras muy exitosas y duraderas para un corredor. Parece que todavía les queda gasolina en el tanque, la incógnita es saber cuánta.
El cuerpo de receptores perdió a St. Brown, y se antoja casi imposible reemplazarlo con Metcalf, McLaurin, Meyers o Sutton.
Los Bulleggs van al draft con muy poco capital por lo que tendrán que ser muy precisos seleccionando a lo mejor posible. Con su selección más alta, la novena de la segunda ronda, podrían encontrar buenos prospectos como Ja'Lynn Polk o Roman Wilson, que le darían profundidad a la posición de receptor.
Esa es prácticamente su única selección pues aunque tienen una de cuarta y otra más de quinta ronda, es en la segunda donde permanece el valor real. Para la cuarta ronda, probablemente tendrían que buscar algún corredor joven con alguna oportunidad de jugar o un ala cerrada que se hata rezafado como Erick All o Theo Johnson.
Paciencia y mucha suerte es que necesitarán los Bulleggs para, al menos, repetir la hazaña de clasificar a playoffs como el año pasado.
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